Bueno. Llegue, volvi. Y ahora que, me preguntaron. Y ahora me parece lo mismo de ayer. Cuando me quise ir. Ya lo sabemos todos, escapar no nos salva. Pero quise creer, a consejo sabio y convencedor, que escapar puede ser perseguir, ir en busca de algo que lamentablemente no se muestra tan definido, generalmente porque no tiene nada que ver con lo tangible. Crei que no importaba tener un objetivo, una certeza. Importa reclamar, exigirle a la vida que me debe. Debe ser mi vida alguna vez. Ser protagonista en mi caso. Mi reclamo. Darse cuenta que uno sobrevivió y que es la hora de pedirle al calambre que te suelte, que caminar sería tanto más placentero si no tengo que cagar con el dolor, que todavía soy joven para andar durmiendo con las patas para arriba, levantar el final del colchón rellenándolo con trapos viejos y almohadones. Joven, pa dormir con el cuchillo abajo de la almohada. Frío, pa levantarse a la madrugada a apoyarlo en el gemelo acalambrado.
Tarde además. Tengo suenios. Acumulados.
Volví, y acá donde están viviendo en la misma casa, juntando la misma mugre, limpiando la misma mierda, cosechándola, amasándola, sin poder detenerse a leer cuentos que valgan la pena contar, tengo ganas de quedarme. Acá, de donde nunca fue decision propia irme, a pesar de que ahora no puedo pensar un futuro sin viajes nuevos. Es una ciudad hermosa, y tuve tiempos memorables, que apreciaría si me dejarán seguir disfrutando de.
Pero no hay caso, menos juicio, ni vuelta de hoja. Siento que me echan y me iría sinal menos me dijeran chau.
Hay personas que me preguntan porque volví. Me consideran tarada. Tantas giladas me preguntan. Si cambie el televisor plasma por el lapiz que tengo de control remoto acá, o el sonido jome siater por el E.T, que para bajar o subir el volumen, tengo que abrir o cerrar la puerta.
Y ahora que, tengo un par de certezas. Volví a, al menos, despedirme, a exigir un adios, ta cantárselos. Te quiero o no te quiero, te banco o andate a la mierda, reclamar que me digan lo que sienten. Esta vez no me echan con silencios, ni abrazos falsos. Cacheteame. Malteadita si te pone contento.
Ahora que, no se que va a pasar ahora, doy chances, abro puertas, dejo que me tiren opciones, oportunas, sugerencias.
Ahora que, estoy acá y ya te conte todo lo mío, de lo cual yahe hablado bastante, hablame de vos y ahora qué con vos?
Tarde además. Tengo suenios. Acumulados.
Volví, y acá donde están viviendo en la misma casa, juntando la misma mugre, limpiando la misma mierda, cosechándola, amasándola, sin poder detenerse a leer cuentos que valgan la pena contar, tengo ganas de quedarme. Acá, de donde nunca fue decision propia irme, a pesar de que ahora no puedo pensar un futuro sin viajes nuevos. Es una ciudad hermosa, y tuve tiempos memorables, que apreciaría si me dejarán seguir disfrutando de.
Pero no hay caso, menos juicio, ni vuelta de hoja. Siento que me echan y me iría sinal menos me dijeran chau.
Hay personas que me preguntan porque volví. Me consideran tarada. Tantas giladas me preguntan. Si cambie el televisor plasma por el lapiz que tengo de control remoto acá, o el sonido jome siater por el E.T, que para bajar o subir el volumen, tengo que abrir o cerrar la puerta.
Y ahora que, tengo un par de certezas. Volví a, al menos, despedirme, a exigir un adios, ta cantárselos. Te quiero o no te quiero, te banco o andate a la mierda, reclamar que me digan lo que sienten. Esta vez no me echan con silencios, ni abrazos falsos. Cacheteame. Malteadita si te pone contento.
Ahora que, no se que va a pasar ahora, doy chances, abro puertas, dejo que me tiren opciones, oportunas, sugerencias.
Ahora que, estoy acá y ya te conte todo lo mío, de lo cual yahe hablado bastante, hablame de vos y ahora qué con vos?
Comments