Recibo la invitación al evento. Me pongo unos zapatos cómodos pero que no acostumbro a usar zapatos, excepto cuando siento que la ocasión da para arreglarse un poco, tanta pinta, tanta pinta y lo notó todo el barrio, si hasta piropos de gaucho se escucharon:- "En el árbol más pullido, de las flores más bonitas, ni las celestes más coquetas, ni las violetas más sencillas, igualan a las mujeres cuando pa' salir a la calle se alistan." "Y yo todavía me lo creí" dijo con picardía humorística la Luisa, cuando relacionaba con más labia que la mía, y si no le llegue ni a las espuelas de cascabel de gatitos, de su personaje el Ruperto, con semejante inteligencia y sabiduría para las habladurías. "Ayer pasé por tu casa, cuando te estabas bañando y lo que yo quería ver, te lo estaba' enjabonando" Me reí hasta llorar, gracias a Nora que me arrancó en media hora de casa, para despabilarme un poco de lo que me esperaba por llorar todavía. Ahora que añoro volver
Cosas que escribe un jazmin mientras, plantado al sol, busca algo más de qué vivir.