"Le he pedido tanto a Dios, que al final escuchó mi voz"
Noche húmeda de revueltos cabellos erizados por el rocío intenso que nos congeló hasta después de la primera botella de vino blanco. Un movimiento automático de gente yendo y yendo, entrando y metiéndose por entre las veredas a restaurantes, confiterías, clubes. Las músicas de la velada, varias, no lograron sacarme de la cabeza aquella bella canción que hace poco ansío sentir vibrar entre mis uñas y cayos los acordes de su melodía. Ninguna logró quedarse en mi lado izquierdo de las cosas para repetirla en mis momentos de entonación. No me acuerdo que quise decir con todo esto. Pero acá está, como un borrador pendiente y porque dejarlo así, sin salir a la calle el también y exponerse como lo que sea que haya sido.-
Algunas palabras, la mente, la gente y la música. Music the great comunicator, seguro que venía por este lado, porque casi siempre, más siempre que casi es que así nace de mí, la musa musical de los genios que entienden el amor.-
Noche húmeda de revueltos cabellos erizados por el rocío intenso que nos congeló hasta después de la primera botella de vino blanco. Un movimiento automático de gente yendo y yendo, entrando y metiéndose por entre las veredas a restaurantes, confiterías, clubes. Las músicas de la velada, varias, no lograron sacarme de la cabeza aquella bella canción que hace poco ansío sentir vibrar entre mis uñas y cayos los acordes de su melodía. Ninguna logró quedarse en mi lado izquierdo de las cosas para repetirla en mis momentos de entonación. No me acuerdo que quise decir con todo esto. Pero acá está, como un borrador pendiente y porque dejarlo así, sin salir a la calle el también y exponerse como lo que sea que haya sido.-
Algunas palabras, la mente, la gente y la música. Music the great comunicator, seguro que venía por este lado, porque casi siempre, más siempre que casi es que así nace de mí, la musa musical de los genios que entienden el amor.-
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